Tanto profesionales como aficionados, todos podemos mejorar nuestra capacidad de ganar puntos
Si sois de ese 95 % de los jugadores a los cuales nos cuesta ganar puntos, seguro que en alguna ocasión os habéis cuestionado acerca de la posibilidad de mejorar vuestras prestaciones en esa faceta.
El pádel es un deporte que por sus características, el terreno de juego es relativamente pequeño, cubierto además por dos rivales y con la posibilidad extra de devolver la pelota después del rebote en las paredes, hace difícil el encontrar huecos donde dirigir nuestros tiros de manera que la devolución sea imposible, o como mínimo, muy difícil. Es por eso que el tópico tan manido de que en nuestro deporte se trata de “devolver una pelota más que el rival”, en alusión a que más que ganar puntos debemos no perderlos, es muy cierto.
Pero ese tópico no debe desalentarnos en nuestra búsqueda de la satisfacción máxima, que no es otra que la de vencer el partido, siendo capaces además de ganar un buen número de puntos sin esperar simplemente el error del rival.
Para mejorar nuestras capacidades ofensivas debemos antes de nada hacer un examen de nuestras características y potenciales. Sin una correcta y realista auditoría de nuestras calidades, difícilmente podremos dirigir nuestros esfuerzos de aprendizaje. Así por ejemplo, habrá jugadores con gran visión de la jugada, otros con gran calidad técnica, otros con mucha fuerza y otros con otras calidades o, lo más probable, una combinación de las anteriores.
Una vez auditado nuestro juego, debemos diseñar una estrategia dirigida a que el juego nos proporcione situaciones donde sea más factible aprovechar nuestras calidades para ganar más puntos. Por ejemplo, un jugador con gran remate de potencia deberá disponer de una volea que le permita presionar al rival consiguiendo devoluciones defectuosas que le permitan rematar el punto con su smash. Si nuestro juego pasa por desarrollar una exquisita técnica pero carecemos de una fuerza desbordante, trataremos de identificar donde nuestros tiros provocan errores de nuestros rivales y reproduciremos ese tipo de jugadas tantas veces como sea posible.
Finalmente, debemos entrenar las habilidades descritas en el párrafo anterior de manera que seamos fiables. Si recurrimos de nuevo al tópico, cualquier situación de juego que nos permita ganar puntos, si no lo hace en un altísimo porcentaje de ocasiones, no sirve. Suelo decir a mis alumnos que cualquier golpe de ataque con un porcentaje de error superior al 10 % no es suficientemente bueno todavía, ya que tenemos que pensar que no ganaremos el 90 % restante.
Al margen del procedimiento descrito anteriormente, hay algunas facetas del juego que todos podemos mejorar e incrementarán nuestra capacidad de ganar de ganar puntos. La más importante de todas es sin duda el servicio. Demasiados jugadores lo utilizan como un mero trámite para iniciar el juego, desperdiciando la oportunidad de conseguir un cierto número de puntos gratis, muy importantes al final de un partido.