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Una pareja de leyenda

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Juan Marín Díaz y Fernando Belasteguín durante la disputa de un torneo del Circuito WPT 2014

Juan Marín Díaz y Fernando Belasteguín durante la disputa de un torneo del Circuito WPT 2014

Una pareja de leyenda, ese es el título del programa emitido el pasado martes en Canal Plus Deportes, en donde se repasaba la parte humana de la relación de los dos mejores jugadores de la historia, Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín. Dos jugadores que han marcado una época en el mundo del pádel y que, si nuestro deporte consigue asentarse definitivamente, serán recordados como Rod Laver o Babe Ruth lo son en tenis o béisbol.

Hay que reconocer que el reportaje fue de lagrimita. Los aspectos deportivos simplemente sirvieron de excusa para adentrarse en las personas, su relación, sus entornos familiares y especialmente sus raíces. Así pudimos conocer los orígenes del Bela, en un humilde pueblo de poco más de 30.000 habitantes, Pehuajó, a casi 400 km de Buenos Aires, del que Belasteguín siempre habla con un cariño especial.

Me quedo con la frase de Belasteguín cuando explicó como ganó un torneo de menores de categoría nacional la primera vez que participó. Circuito que no disputaba porque la economía familiar no se lo permitía. Supongo que Belasteguín no se enfadará si desvelo que su padre le supo inculcar el respeto por los rivales y las buenas formas en la pista, aunque fuera a costa de castigos que comportaban no jugar al pádel durante un tiempo (no siempre corto).

Emocionante fue también ver a Juan Martín Díaz recordar sus primeros pasos en un humilde club de Mar del Plata. Aunque más lo fue cuando sus padres recordaron lo difícil que fue para su hijo y para ellos cuando Juan decidió trasladarse a vivir a España. Juan se vino el año 1997 y no fue hasta 2002 que sus padres pudieron viajar a España. O cuando sus allegados recordaron sus penurias económicas en sus primeros años en España, cuando el pádel era un deporte prácticamente amateur.

El reportaje de ayer es la explicación a la superioridad del pádel argentino sobre el español. Mientras en España, a pesar de la crisis económica y de valores que sufrimos los últimos años, todavía una gran mayoría de niños pueden viajar a cualquier torneo (acompañados de padres y entrenadores), disponen de todo el material de última generación (incluso algunos de ellos, una minoría afortunadamente, se permiten el lujo de destrozarlo después de una derrota ante la mirada de sus progenitores), y pueden entrenar en magníficas instalaciones, en Argentina sigue habiendo niños con la mirada que todavía tienen Belasteguín y Juan Martín Díaz. La mirada de la necesidad de hacerse un hueco en la vida a través de una oportunidad como es el pádel. Jóvenes que viajan 10.000 Km para probar suerte en nuestro país y que están dispuestos a todo para ello.

Esa es la razón de la emoción que nos trasladó el magnífico reportaje de ayer. Porque sus protagonistas y su entorno más directo saben lo que es trabajar duro para ganarse una vida mejor, y saben lo que es separarse de sus familias en busca de un futuro mejor siendo todavía unos jóvenes imberbes.


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