Gaby Reca es un de los mayores especialistas en rentabilizar la táctica
Ciertamente en los últimos años el número de practicantes se ha incrementado de manera exponencial. Asociado a ese boom también muchos nuevos jugadores han empezado a competir, bien sean niños o adultos, en todo tipo de niveles de competición: amateur, en circuitos privados que incluso reparten premios y/o dinero en metálico, en circuitos y pruebas federadas y culminando en el cada vez más profesional circuito WPT.
La competición obliga a los jugadores a extraer el máximo de su potencial por todas las vías. Así, a las mejoras técnicas, físicas y psicológicas se ha añadido también la expansión del conocimiento de muchas tácticas básicas. Es posible hoy en día observar a dos jugadores amateurs comentar durante un encuentro, antes o después, cómo encarar un partido y qué hacer con la pelota más allá de lanzarla al otro lado de la red.
No entraremos hoy en explicar tal o cual táctica que las hay muchas, diversas y con diferente grado de complejidad. Nos centraremos en dar 3 consejos generales de la utilización de las tácticas.
El primero es tener muy claro que a la mayoría de tácticas mis rivales se acomodarán y encontrarán soluciones. Ese tipo de tácticas no se pueden emplear como un plan a seguir durante todo el partido sino que habrá que reservarlas para momentos concretos del mismo. Un ejemplo sería servir sobre el revés de tal jugador porque detectamos que comete más errores que con el resto de derecha. Si le sacamos siempre al revés, tarde o temprano nuestro rival encontrará una fórmula para contrarrestar ese servicio (hago notar que si nuestros rivales no son capaces de responder a nuestras tácticas posiblemente no son de nuestro nivel). Otras tácticas, las menos, sí deben ser mantenidas en el tiempo precisamente porque su efectividad se basa en eso. Un ejemplo sería cargar el juego en la red al jugador físicamente menos preparado. En ese caso el éxito de la táctica lo encontramos con el paso del tiempo y posiblemente cada vez nos aporte más réditos.
El segundo es evidente y muy importante: intentad mejorar vuestra técnica para disponer de un abanico más amplio de posibilidades tácticas. Podemos tener grandes ideas acerca de lo que tenemos que hacer para ganar un partido, pero si no somos capaces de llevarlas a la práctica porque disponemos de una técnica deficiente, no nos servirán de nada. Y os puedo asegurar que la impotencia que se siente es grande.
Para finalizar el tercer consejo que nos introduce de lleno en la filosofía de los conceptos avanzados de táctica. La mayoría de acciones que llevamos a cabo en un partido tienen una repercusión directa sobre el juego. Un ejemplo claro es cargar el juego sobre el peor jugador en la confianza de que ello nos dará más opciones de victoria. Ese tipo de acciones tácticas son efectivas pero no las únicas. Hay un segundo tipo de acciones cuya relación causa-efecto es más difusa y difícil de detectar, pero no por ello las hemos de desdeñar. Ejemplos hay muchos pero por la propia definición son muy concretos de cada partido. Pero os presentaré uno de los más sencillos de probar: en ciertas ocasiones, saquemos sobre la derecha o el revés del rival, no parece importar porque ambas devoluciones parecen igualmente buenas. Pero normalmente los jugadores no tienen un número ilimitado de tiros y los restos tienden a repetirse con lo cual las jugadas tienden a empezar solamente de unos cuantos tipos de formas diferentes. Identificar que modelos de inicio de jugada dan buenos resultados finales (al cabo de varios golpes normalmente) es una labor difícil pero efectiva. Desde aquí os animo a introduciros en este mundo de este tipo de tácticas; el que logra disfrutarlo entra en otro nivel de satisfacción.