La relación entre pádel y fútbol, afortunadamente para nosotros, es muy cercana y profunda. Todos conocemos a exjugadores de fútbol que una vez terminada su carrera deportiva canalizan sus deseos competitivos a través de un deporte que se lo permite en un corto espacio de tiempo. También muchos jugadores en activo, con las cautelas propias de un profesional que debe cuidarse y reservarse para su actividad profesional, no pueden resistirse a practicarlo de vez en cuando. El fútbol es un deporte muy exigente físicamente, complicado de practicar a diario si no estás en plenitud de condiciones físicas. En cambio el pádel permite a los exfutbolistas jugar muchas horas a la semana.
Curiosamente la mayoría de exfutbolistas parecen cortados por el mismo patrón de juego. Muy luchadores, muy competitivos, rápidos, buenos dominadores de los rebotes de pared, con un sentido táctico del juego bastante desarrollado y, como no podía ser de otra manera, poco dotados técnicamente (a excepción de alguno que de pequeño practicó el tenis). Generalmente poseen buenos golpes por la zona de derecha y deficientes por la zona de revés (mal revés y mala volea de revés).
El pasado miércoles la Federación Catalana de Pádel y el Club TPI organizaron el tradicional Pro-Am antes del Campeonato de Catalunya por parejas. Tuve la oportunidad de compartir pista con Santi Ezquerro de pareja y enfrentarme primero a Julio Salinas y Enric Sanmartí y después a Adrián Biglieri y Albert Luque. Disfrutamos mucho.
Como curiosidad y sin pretender ir más allá que la de pasar un buen rato, y aprovechando el medio en el que escribo, especializado en el deporte en general y el fútbol en particular, les copiaré su tradicional 1 por 1 para definir la actuación de algunos exfutbolistas a los que conozco en su faceta de padelistas.
Luis Enrique. Perfeccionista. Luis practica un sinfín de deportes, es un deportista completo. He tenido la suerte de ser su entrenador de pádel bastante tiempo y su mejor virtud es la constancia y el perfeccionismo. Es capaz por ejemplo de repetir el golpe de bandeja, provisto de su flamante máquina lanzapelotas, hasta la extenuación. Me atrevería a decir que le gusta más eso que hacer partidos.
Santi Ezquerro. Hábil. Santi posee una gran derecha y unos reflejos que sumados a su instinto con el rebote de pared le convierten en un gran defensor a pesar de que su colocación no es la más óptima, ya que tiene tendencia a jugar en media pista. Además su remate de potencia es muy bueno y fiable.
Julio Salinas. Showman y crack. Julio pasó el primer set maldiciendo el rebote irregular en las vallas laterales o la suerte de sus rivales (?). En el segundo se centró y decidió jugar a ganar cargando el juego sobre Santi Ezquerro. Casi le sirve. Su altura no juega a favor pero con todo posee una buena derecha y compite hasta el límite de sus posibilidades técnicas. Además es de aquellos tipos con los que siempre jugarías porque te alegra el día.
Albert Luque. Instintivo. A pesar de tener una técnica muy mejorable, consigue tener un nivel más que aceptable. Su juego se basa en un físico privilegiado, grandes reflejos y una intuición innata para conocer los entresijos del pádel.
Cristóbal Parralo. Profesional. Cristóbal es un gran jugador de pádel, llegando a participar en varias ocasiones en la selección catalana de veteranos. Habitual hasta hace poco en las pruebas del circuito catalán, su juego se basa en una gran competitividad, una gran derecha y bandeja y una defensa digna de jugadores de mayo nivel
Toni Jiménez. Gato. Como buen exportero, Toni es un gato. Sus reflejos, especialmente en la volea, son extraordinarios. Físicamente es un portento y compite como si fuera lo último que va a hacer en esta vida. Durante muchos años fue fiel pareja de Cristóbal Parralo.