La recién iniciada temporada WPT, con el torneo disputado en las magníficas instalaciones del Real Club de Polo de Barcelona, se presentaba como la más atractiva de los últimos años. La separación de Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín abría una serie de incógnitas acerca del reinado en la categoría masculina. ¿Serían Bela – Lima o Juan Martín Díaz – Mieres los número 1?
Esa era la cuestión, pero después de lo vivido en el primer torneo del año en Barcelona, esa pregunta ya se ha quedado desfasada. El circuito masculino ha saltado por los aires en una sola prueba. Basten un par de datos para ejemplificarlo: el año pasado en los 4 primeros torneos del año ningún cabeza de serie perdió contra nadie que no fuera cabeza de serie. Es decir, los 8 primeros preclasificados alcanzaron siempre los cuartos de final, venciendo entre todos 64 partidos de 64 contra no preclasificados. Y esa fue la tónica predominante también el resto del año. Este año, solamente en Barcelona, hasta 5 cabezas de serie han perdido contra alguna pareja no preclasificada. Seguramente más que en toda la temporada pasada. Además, David Gutiérrez y Luciano Capra, 30 y 45 del ranking, se han plantado en la final. Nunca en el Circuito profesional, como mínimo en los últimos 20 años, había sucedido nada similar.
¿Qué ha sucedido? ¿Cómo es posible que el circuito cambie tanto de un año a otro cuando hacía varias temporadas que estaba estancado? ¿A qué se deben tantas sorpresas en un solo torneo? ¿Tienen relación entre ellas?
Hoy me permitiréis que haga referencia a un artículo que publiqué en agosto de 2012 cuando escribía en mi propio blog. Espero que sepáis perdonar mi detalle de vanidad pero pienso que se da respuesta a las preguntas del párrafo anterior.
“Belasteguín – Díaz ejercen un control sobre el circuito que provoca una cierta tendencia al estancamiento general. Me explicaré: el día que empiecen a perder, el resto de jugadores verán una puerta que hasta ese momento consideran imposible de abrir. Y no sólo esa puerta, también se abrirán puertas más pequeñas situadas en los segundos y terceros escalones del ránking.
La pareja uno del mundo es como esa puerta del Corte Inglés antes de ser abierta el primer día de rebajas. En cuanto se abre todo el mundo entra en estampida.”
Simplemente pues, hemos presenciado la estampida prevista. Solamente que no se ha provocado por las derrotas de Bela y Juan Martín Díaz sino por su separación. Siguiendo con la metáfora de las puestas de El Corte Inglés, podríamos decir que las rebajas empezaron 5 minutos antes de la hora prevista. Pero la situación de tensa calma de puertas hacia afuera era la misma.
Durante el año las cosas se irán aposentando pero ya nada será igual. Ahora el pensamiento de todos los jugadores es el mismo: si Capra y David Gutiérrez lo han hecho, yo también puedo.