Cuarta prueba del WPT, esta vez en Barcelona, en el RC de Polo, así que tuve la oportunidad de vivirla intensamente y tomar notas para varios artículos. Porque además este ha sido un torneo especial que debe ser analizado en profundidad para la mejora de nuestro deporte.
Si tuviera que dar un titular del torneo, sería que por primera vez en mucho tiempo las protagonistas han sido ellas, las chicas. Y no solamente porque dos jugadoras, dos gemelas, han decidido poner patas arriba el circuito, sino especialmente por la manera en que lo han hecho. Mapi y Majo Sánchez Alayeto, más allá de vencer a las mejores parejas del circuito hasta conseguir el título, lo han hecho con un pádel agresivo, dominando el juego en todos sus partidos, ofreciendo un gran espectáculo que ha enganchado a todos los espectadores. Además son una pareja estéticamente simpática por su planta física y el hecho de que son gemelas, lo cual las ha convertido en las reinas del torneo, por encima incluso de los chicos.
El pádel femenino tiene en ellas un ejemplo a seguir para alcanzar las cotas que merece. En cuanto el espectáculo ofrecido ha sido atractivo, la gente se ha volcado con las chicas. En algunos torneos hemos presenciado un pádel tedioso, cansino, reservón, lleno de globos. Y estas dos chicas nos han demostrado en 3 días que hay otra forma mucho más espectacular, agresiva y atrayente para el público de obtener grandes resultados. Es lo que el público quiere y lo que hay que darle. De la misma manera que el aficionado no quiere el pádel que en muchos torneos se ofrece en categoría masculina, un pádel donde no se puede jugar ni un solo globo porque todos los jugadores son capaces de acabar el punto por la vía rápida, rematando fuerte haciendo volver la pelota al campo propio. Un pádel en definitiva donde se pierde el valor de la táctica y la estrategia, del talento y de la calidad. Un pádel donde jugadores mediocres consiguen buenos resultados basándose casi exclusivamente en su potencia física.
No quiero acabar el artículo sin comentar de manera especial el partido que enfrentó a las campeonas frente a las número 1, Cecilia Reiter y Carolina Navarro, sin duda alguna la mejor pareja del mundo. El mejor partido que he presenciado en varios años, debido al nivel de juego de las contendientes, pero también a la capacidad de lucha de las 4, al marco incomparable de la pista 1 del RC de Polo, con el permiso de la histórica pista 6 de Bonasport, una de las pistas más emblemática del pádel catalán y mundial. Después de perdonar 4 pelotas de partido en el segundo set, y cuando parecía que el partido tenía que caer de forma natural del lado de Reiter – Navarro, las gemelas Sánchez Alayeto fueron capaces de vencer el tercer set por 7 a 6 imponiendo su ritmo de juego. Y eso tiene mucho mérito, mucho. Tanto que esas dos chicas son ya desde ese momento candidatas a todo.