Jugaremos hoy a construir el mejor jugador posible cogiendo al menos una característica de cada uno de los 16 mejores jugadores del mundo. Quizás seamos redundantes en alguna cualidad pero no es problema ¡mejor que sobre que no que falte!
De Fernando Belasteguín lo podríamos coger casi todo, no hay faceta donde no alcance el notable y esa es su principal virtud, pero seremos tradicionales y fieles al tópico y nos quedaremos con su extraordinaria defensa, entendida no solamente como la capacidad de devolver cualquier pelota sino en donde colocarla para que el ataque rival se complique. De Juan Matín Díaz sin lugar a dudas nos quedaremos con sus reflejos, talento en la red y esa cosa difícil de definir que lo hace tan especial.
El revés de fondo de Juani Mieres será mi elección para el hispano-argentino, aunque bien podríamos añadir la precisión con que alcanza las pelotas desde fuera de la pista. Elegiremos el revés no solamente por su eficacia, debida a la velocidad y precisión con lo que lo ejecuta, sino también por su elegancia. De Pablo Lima su rebeldía ante la derrota, que aunque a veces le juegue malas pasadas le hace un jugador muy atractivo de seguir.
De Cristian Gutiérrez su bandeja desde la derecha y su bajada de pared, dos caras de una misma moneda que ejecuta con elegancia, velocidad y precisión exquisita. De Matías Díaz su coraje, su lucha y concentración, que van mucho más allá del tiempo que dura un encuentro.
De Sanyo Gutiérrez podríamos elegir tantas facetas de su juego… pero nos quedaremos con la capacidad de variar la velocidad del juego, esto es, ralentizar una pelota que le viene muy rápida o imprimir velocidad a una pelota que le llega lenta. De Maxi Sánchez sin lugar a dudas su portentoso físico y especialmente la capacidad que tiene, tan importante en nuestro deporte, de jugar agachado sin aparente esfuerzo.
De Maxi Grabiel la capacidad de ejercer de soldado raso siendo un auténtico general. Con Miguel Lamperti acudiremos también al clásico, del que cuesta alejarse al contemplar su estratosférico remate por 3 metros.
Con Gaby Reca es sencillo, su conocimiento del juego y la capacidad de exprimir sus cualidades hasta el límite. Un ejemplo para cualquier jugador. De Sebastián Nerone podríamos destacar su conocimiento de la geografía española ya que junto a Gaby Reca hacen más kilómetros que el baúl de la Piquer. Ya más en serio creo que me quedaría con un aspecto un poco diferente al resto, que sería su amor por el deporte y al pádel en concreto.
Con Jordi Muñoz lo tengo fácil, su dejada de revés. Quizás no sea un aspecto fundamental del juego pero él ha conseguido hacer una obra de arte de un golpe que pocos realizan con su clase, precisión y además en los momentos más difíciles. Aday Santana compite en físico con Maxi Sánchez. Una combinación de los dos sería realmente explosiva.
De Paquito Navarro destacaremos ante todo su extraordinaria capacidad de conectar con el público, lo cual es especialmente importante en tiempos de crecimiento de nuestro deporte en donde estamos necesitados de figuras mediáticas. Pero no olvidaremos su “cuchilla”, sus increíbles devoluciones desde fuera de la pista y sus globos de asombrosa altura. Finalmente, de Adrián Allemandi destacaremos el trabajo realizado para situarse entre los grandes.
¿Os imagináis a un robocop compuesto de cada una de las facetas mencionadas? ¡Sería realmente indestructible!