Belasteguín – Juan Martín Díaz en WPT Lisboa 2013
Analizamos hoy desde el punto de vista meramente deportivo lo que ha sido el circuito WPT masculino 2013. Circuito anodino un año más debido principalmente a la tiranía de la pareja número 1 del mundo, Belasteguín – Díaz, durante las últimas 12 temporadas. Y mucho me temo que de momento solo las lesiones, los infortunios o Sanyo Gutiérrez pueden evitarlo en los próximos 3 años.
Todo en el circuito está demasiado establecido, demasiado reglado, demasiado asumido por los jugadores. Los número 1 son prácticamente imbatibles cuando están enteros. Y si no están ellos, allí están Lima – Mieres para, acompañados de Cristian Gutiérrez- Matías Díaz y de Maxi Sánchez – Sanyo Gutiérrez, acaparar lo poco que queda (aunque este año debido a lesiones e infortunios de Belasteguín – Díaz las oportunidades para estas 3 parejas han sido más que de costumbre). Después poco más si a oportunidades de luchar por los títulos se refiere. Quizás Grabiel – Miguel Lamperti en la parte final del año.
Pero esa estructura fuertemente jerarquizada se extiende más allá de las rondas finales. Si hemos dicho que 4 parejas son las únicas que luchan por los títulos, solamente 5 o 6 más tienen opciones más o menos continuadas de alcanzar la ronda de cuartos de final. Después de estas algunas más que tienden a pasar la primera ronda si no tienen un mal sorteo que las empareje contra un cabeza de serie (las 8 primeras), y luego las parejas que ganan algún partido de vez en cuando y con eso mantienen su posición en el cuadro final evitando tener que disputar la fase previa. Como refrendo a lo expuesto un dato que me parece muy demostrativo: el jugador 29 del ranking ha logrado ganar 10 primeras rondas en 18 torneos y ninguna segunda ronda.
Centraremos nuestro análisis en las 5 mejores parejas y la mejor española, Paquito Navarro – Jordi Muñoz. Empezamos por los dominadores del circuito: Fernando Belasteguín y Juan Martín Díaz. Si no fuera porque uno conoce de primera mano los problemas físicos y personales que han padecido esta temporada tendría la tentación de pensar que después de tantos años miden sus apariciones de manera que ganan cuando quieren, siempre de manera que aseguran el número 1 a final de temporada. 10 títulos de 18 posibles conseguidos en dos tandas de 4 al principio de temporada y 6 más en el tramo medio de la misma. Entre ambas tandas lesión de Belasteguín y después de asegurarse el número 1 problemas de diversa índole. Sea como sea lo que queda claro es que cuando están en forma ganan prácticamente siempre y eso lo saben todos los jugadores. Y lo que es peor para el circuito, no parece que a corto plazo las cosas vayan a cambiar. El head to head contra Lima –Mieres (indiscutible pareja 2) este año es de 8 a 1, parecido al de las últimas temporadas. Es fácil decirlo pero yo atribuyo todas sus derrotas a lesiones, acontecimientos extra deportivos, a la relajación o a la falta de ritmo después de los parones. Y todavía no he detectado que estando enteros nadie les plante cara (a excepción de Sanyo Gutiérrez la temporada pasada).
Lima – Mieres deben ser analizados desde el punto de vista de sus objetivos. Si son mantenerse como pareja 2 éxito total porque esa posición no la discute nadie y la tienen más que consolidada. Si tenían fijadas sus miras en el top del ranking, un año más no podemos hablar de éxito. Desde mi punto de vista, analizando sus potencialidades y las de Belasteguín – Díaz, yo catalogaría su temporada de muy buena. 4 títulos, 10 finales y solo una derrota contra una pareja situada más allá de la 4 mejores es una gran estadística. Pero no la califico de excelente porque en los enfrentamientos que he presenciado contra la pareja 1 no veo evolución en su planteamiento táctico y psicológico respecto otros años. No es difícil deducir que si el nivel de los 4 jugadores se mantiene y el planteamiento táctico y psicológico no varía entonces los resultados se repiten. Y esos resultados son malos año tras año (este año 8 derrotas por 1 victoria). No es que les pida que ganen a los mejores de la historia sino que se vea una evolución en la forma de afrontar los partidos, una búsqueda de la tecla que les permita mejorar el head to head, aunque no lo consigan.