El Reglamento de Juego del Pádel, aquel conjunto de normas que definen y acotan el juego del pádel, le reserva un importante apartado a la descripción de la pala. Es un tema que históricamente ha provocado encendidos debates (alguno incluso terminó en los tribunales de justicia).
Evidentemente, con otra definición de pala el juego sería totalmente distinto. Imaginemos que dotamos a la pala de cuerdas, o permitimos que el largo de la misma sea el mismo que una raqueta de tenis. Cualquier modificación repercutiría de manera definitiva en el desarrollo y el mismo concepto del juego. No es un tema baladí y la muestra la tenemos en que el tema que os mencionaba que acabó en los tribunales, era el ancho de la superficie de golpeo. Una marca comercial lanzó al mercado una pala de 40 mm de ancho amparándose en una lectura forzada de la reglamentación. La Federación Española de Pádel (FEP) defendía, a mí modesto entender con razón, que el espíritu de la norma era que las palas no podían rebasar el límite de 38 mm (límite todavía en vigor). La justicia dio la razón a la FEP.
A partir de ese momento los árbitros recibieron instrucciones de revisar las palas a los jugadores. Se pudo comprobar que muchos modelos de diferentes marcas incumplían la reglamentación. Bien por desconocimiento de la misma, por dejadez o por intentar sacar una ventaja en el juego y en las ventas. Recuerdo momentos embarazosos cuando algún árbitro impedía jugar con una determinada pala a un jugador, y éste no tenía otra pala y debía pedirla prestada, alguna vez a los rivales.
Los diferentes circuitos privados organizan pruebas, algunas muy bien dotadas económicamente y referente del pádel mundial como es el caso del actual WPT. Pero como empresas privadas no están obligadas a respetar ningún reglamento más que el suyo propio. De hecho así lo hacen. Desconozco si en la actualidad, como ha sucedido en el pasado, algún jugador WPT utiliza palas más largas de lo que marca el Reglamento de Juego. Tal modificación ofrece dos claras ventajas y un inconveniente. Las ventajas son un mayor alcance y una mayor potencia de pegada. La desventaja una ligera pérdida de control.
Siempre he defendido que las federaciones son muy importantes para el desarrollo de cualquier deporte. Es bueno que las reglas sean únicas, que el régimen de dopaje y sancionador quede al margen de entidades privadas con intereses económicos. Desafortunadamente en la actualidad WPT y las grandes federaciones, FEP y FIP (Federación Internacional de Pádel) no trabajan unidos. Es una lástima.
Pd. En el anterior artículo enumeré a algunas promesas del pádel español masculino. Podía haber extendido más la lista incorporando a jugadores como Ernesto Moreno o Gonzalo Rubio. Pero cometí un error al no nombrar a Álex Ruiz, actualmente número 38 del ránking WPT. Queda dicho.