La pasada final del torneo WPT de la Coruña tuvo una duración de 4 horas y 27 minutos. Una desmesura. Os voy a transcribir, seguro que no se molestará, parte de lo que me escribió en un wapp uno de los profesionales más reputados de las retransmisiones deportivas de la televisión: “duraciones como esa asustan a la televisión”. “Yo dejaría las finales a 5 sets para las grandes ocasiones”. “El tenis eliminó las finales a 5 sets en los Master 1000”. “Ahora es momento de atraer a las televisiones, no hacerlas huir”.
El año pasado hubo algún partido a 3 sets en categoría femenina que, sin llegar a las 4 horas y media, se alargó demasiado, retrasando la jornada mucho más allá de lo que la gente esperaba.
Otro periodista, esta vez de uno de los medios de prensa deportiva español más importantes, me comentaba durante el torneo de Barcelona, que o lográbamos dar más dinamismo al juego, o tendríamos muchos problemas. Además me comentaba otro aspecto difícil de solucionar pero que tenía todo el sentido: un deporte nuevo donde siempre ganan los mismos tendrá muchos problemas para llegar a las masas. Ambas consideraciones, provenientes de periodistas que llevan muchos años en estos temas, deben ser tenidas en cuenta.
La postura tradicional de los que nos dedicamos a este mundo frente a los medios de comunicación es culpar a estos últimos del poco caso que nos hacen. Quizás es verdad, pero en todo caso lo que está en nuestras manos es favorecerles el acceso. Facilitarles el trabajo. Incluso si para hacerlo hay que reducir la duración de los partidos y hacerlos más inciertos, tomando medidas como la eliminación de los partidos a 5 sets, o la instauración del punto de oro y el súper tie-break. Lo más importante en este momento del desarrollo del pádel es la internacionalización; conseguir que los medios de comunicación se impliquen sería importantísimo, aunque para ello haya que renunciar a pequeñas tradiciones. Otros deportes con mucha más historia que nosotros han adoptado medidas todavía más radicales y han tenido éxito.