Se preveía un inicio de temporada de lo más interesante con la separación de la mejor pareja de todos los tiempos, Fernando Belasteguín – Juan Martín Díaz. Tal como se produjo la ruptura, todos empezamos a especular acerca de qué pareja se encaramaría al número 1 mundial ¿Serían Belasteguín – Lima o Juan Martín – Mieres? En tan solo tres torneos todo ha volado por los aires, Belasteguín – Lima no pudieron terminar el primer torneo y Juan Martín – Mieres no han alcanzado ni una final.
Y de repente aparece casi desde su retirada Willy Lahoz, quien substituyendo a Lima mientras éste se recupera de su lesión de hombro, y formando pareja con Belasteguín, se alza con la primera prueba que disputan y alcanzan la final (en estos momentos se está disputando, en el segundo.
La primera pregunta que uno se hace es si ahora resulta que Willy Lahoz es tan bueno, por qué ninguno de los grandes jugadores había contado con él para formar pareja. Resulta que tenían a la reencarnación del Cid Campeador a su disposición y nadie lo supo ver. Bueno, en realidad hay una excepción, Belasteguín, que además de ser el mejor de todos es el más listo de la clase. Él sí lo vio.
Porque una de las virtudes que tiene Belasteguín (virtud que comparte con Matías Díaz) es que él sabe que en el pádel 1+1 no es igual a 2. Es más, él sabe que incluso se puede conseguir que 1+0,5 se convierta en 3. Y eso es exactamente lo que ha hecho ¿Sencillo verdad?
Vamos a intentar analizar el razonamiento de Belasteguín a la hora de partir a la guerra con Willy Lahoz. Así como el Cid Campeador tuvo por virtud descolocar al enemigo al cabalgar una vez muerto, Bela apostó porque Willy haría lo propio si conseguía sacar lo mejor de él y esconder sus limitaciones. Y así lo ha hecho.
Las cualidades del Willy actual son muy evidentes. Mantiene, y siempre mantendrá, una velocidad de pelota y una capacidad de ganar puntos incluso desde la derecha como muy pocos. Es realmente increíble como es capaz de superar a los mejores jugadores del mundo con tiros de todo tipo y una velocidad impropia de un jugador de su edad. Su talón de Aquiles es evidente, la edad no pasa factura y ya no está para acciones explosivas o tener que cubrir demasiada zona de pista.
Así que a eso se puso Bela. Le sacó toda la presión por los resultados a Willy, le cubre una zona más amplia de pista para que a Willy le quede una zona reducida (la foto de hoy ejemplifica muy bien lo que trato de explicar), y nos sorprendió a todos con un juego más agresivo y variado que en los últimos años para que los puntos no se eternicen.
La reacción de los rivales fue la esperable. Cargar el juego sobre Willy en la creencia de que tarde o temprano desfallecería. Y así llevamos 2 torneos… esperando a que el Cid Campeador deje de ganar torneos montado en su caballo Babieca… ¿o su nombre era Bela?