Nos encontramos en un momento decisivo en la corta historia de nuestro deporte. Sin lugar a dudas los próximos años serán decisivos para nuestro futuro y marcarán de manera inexorable si nos dirigimos hacia un escenario de éxito, esto es, de reconocimiento internacional de nuestro deporte. Lo cual pasa por conseguir que el pádel se practique en muchos más países y por el reconocimiento a nivel institucional de los organismos que nos rigen. O sea, la participación de la FIP (Federación Internacional de Pádel) en los organismos que guían los destinos deportivos mundiales.
¿Cuáles son los principales hitos a conseguir para obtener el objetivo anteriormente formulado? Intentaremos formular los más importantes:
- Fortalecimiento de la FIP. El organismo encargado de coordinar el desarrollo del pádel internacional es la FIP. A nadie más le corresponde esa misión y así lo entienden las federaciones y ministerios de todos los países del mundo, porque esa es la manera en que se organiza el deporte mundial. Asumida esa premisa, no compartida por todos actualmente, solo nos queda ponernos a remar a favor de la FIP.
- Asentamiento definitivo del circuito profesional. El circuito WPT (World Padel Tour), heredero de varios circuitos anteriores, es y debe ser la punta de lanza y la principal carta de presentación del pádel en los nuevos escenarios internacionales. Suya, del organizador y de los jugadores, es la responsabilidad de la imagen que demos como deporte fuera de las fronteras de los pocos países donde actualmente se conoce al pádel.
- De los 2 primeros puntos se deduce que otra clave de nuestro futuro inmediato es la necesaria colaboración entre FIP y circuito profesional. El desembarco ideal en nuevos países pasa por una acción coordinada de FIP y circuito profesional. Todo ello, claro está, apoyado en la irradiación del fenómeno de masas que se está produciendo especialmente en España en los últimos años.
- Evitar, siempre que sea posible, que las federaciones de países con poca tradición padelística pierdan su independencia al integrarse en federaciones con mucho mayor poder como el tenis. La experiencia española ha puesto en alerta especialmente al resto de países europeos y poco a poco las grandes federaciones de tenis están absorbiendo a las pequeñas de pádel. Eso es lo ocurrido en Italia, Portugal y Francia por ejemplo. Evidentemente esas federaciones trabajarán para que lo sucedido en España no ocurra en sus países.
- Conseguir que el pádel pase de ser una moda a un deporte para una gran mayoría de los practicantes habituales de hoy en día. Pienso, siempre he pensado, que somos mayormente una moda y no un deporte plenamente asentado. Y las modas van y vienen; cambian por definición. Solo el que practica un deporte por afición se mantendrá fiel a él.
Una de las acciones a llevar a cabo para conseguirlo es expandir la cultura del pádel, separar los buenos profesionales de los que no lo son. Los buenos jugadores profesionales de los que venden humo y que tanto daño hacen al deporte profesional. Los buenos entrenadores de los que no saben ni quieren formarse.
Ojalá en pocos años los retos sean otros mucho más acordes con los retos de los grandes deportes mundiales.